La felicidad de Dios es tu felicidad. Es un beneficio mutuo entre ambos.
1.
El que engendra al necio, para su tristeza lo engendra: Y el padre del fatuo no se alegrará.
2.
El corazón alegre produce buena disposición: Mas el espíritu triste seca los huesos.
3.
Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido.
4.
Este es mi mandamiento: Que os améis los unos á los otros, como yo os he amado.