El orgullo se preocupa por quién tiene la razón. La humildad se preocupa por lo que es correcto.
1.
Jehová empobrece, y él enriquece: Abate, y ensalza.
2.
Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavar los pies los unos á los otros.
3.
Porque escrito está: Vivo yo, dice el Señor, que á mí se doblará toda rodilla, Y toda lengua confesará á Dios.