Otras cosas pueden cambiarnos, pero empezamos y terminamos con la familia.
1.
HIJOS, obedeced en el Señor á vuestros padres; porque esto es justo.
2.
Honra á tu padre y á tu madre, que es el primer mandamiento con promesa,
3.
Y si alguno no tiene cuidado de los suyos, y mayormente de los de su casa, la fe negó, y es peor que un infiel.