Período de tiempo: El Antiguo Testamento, también conocido como la Biblia hebrea, cubre el período anterior al nacimiento de Jesucristo y contiene los textos religiosos y las tradiciones del antiguo Israel. Abarca un largo período de tiempo, desde la creación del mundo hasta alrededor del 400 a. El Nuevo Testamento, por otro lado, se enfoca en la vida, las enseñanzas, la muerte y la resurrección de Jesucristo y la Iglesia cristiana primitiva. Abarca el período que va desde alrededor del año 4 a. C. hasta el siglo I d.

Contexto religioso: El Antiguo Testamento se asocia principalmente con el judaísmo y forma la escritura sagrada del judaísmo. Contiene las historias fundamentales, las leyes, las profecías y la poesía que dieron forma a la fe judía. El Nuevo Testamento, en cambio, es de naturaleza específicamente cristiana. Documenta la vida de Jesucristo y proporciona instrucciones, enseñanzas y narraciones importantes para la fe y la práctica cristianas.

Contenido y temas: El Antiguo Testamento consta de varios libros divididos en varios géneros, que incluyen relatos históricos, leyes, poesía, literatura sapiencial y escritos proféticos. Incluye historias familiares como la creación del mundo, el Éxodo de Egipto, los Diez Mandamientos y la vida de figuras bíblicas como Adán y Eva, Abraham, Moisés, David y muchos otros. El Nuevo Testamento contiene cuatro relatos de los Evangelios (Mateo, Marcos, Lucas y Juan) que narran la vida y las enseñanzas de Jesús, así como los Hechos de los Apóstoles, cartas (Epístolas) escritas por los primeros líderes cristianos como Pablo, Pedro y Juan, y el libro apocalíptico de Apocalipsis.

Relación con Jesús: El Antiguo Testamento contiene profecías y promesas que anticipan la venida de un Mesías, una figura salvadora que liberaría al pueblo de Dios. El Nuevo Testamento presenta a Jesucristo como el cumplimiento de estas profecías del Antiguo Testamento, enfatizando su nacimiento, ministerio, crucifixión y resurrección como elementos centrales de la fe cristiana. También destaca las enseñanzas de Jesús y el significado de su muerte sacrificial para el perdón de los pecados y la salvación.

Pacto: El Antiguo Testamento establece el pacto (un acuerdo solemne) entre Dios y los israelitas, centrado en la Ley Mosaica dada a Moisés en el Monte Sinaí. Describe las reglas y normas para la conducta religiosa y moral de los israelitas, así como su relación con Dios. El Nuevo Testamento presenta el nuevo pacto a través de Jesucristo, enfatizando un cambio de la observancia externa de la ley a un enfoque en la fe en Jesús y la morada del Espíritu Santo.

Si bien el Antiguo y el Nuevo Testamento son distintos en contenido, contexto religioso y período de tiempo, también están interconectados. El Nuevo Testamento hace referencia y se basa en las enseñanzas, profecías y principios morales del Antiguo Testamento, mostrando la continuidad y progresión de la relación de Dios con la humanidad.