Idioma
Directorio
Parte 14
Jesús Resucitando al Joven Insepulto
El milagro de Jesús resucitando al joven insepulto está registrado en el Evangelio de Lucas (Lucas 7:11-17).
Jesús y sus discípulos viajaban hacia el pueblo de Naín cuando se encontraron con una procesión fúnebre. Una gran multitud acompañaba a una viuda afligida que acababa de perder a su único hijo, un joven.
Lleno de compasión al ver el dolor de la mujer, Jesús se acercó a ella y le dijo: "No llores". Luego se acercó al ataúd abierto y lo tocó, deteniendo la procesión. Los portadores del féretro se quedaron quietos mientras Jesús se dirigía directamente al joven muerto y le ordenaba: "¡Levántate!"
Inmediatamente, el joven se sentó y empezó a hablar. Jesús presentó al joven, ahora vivo y restaurado, a su madre. Las personas que presenciaron este increíble milagro se llenaron de asombro y alabaron a Dios, reconociendo a Jesús como un gran profeta.
Este milagro de Jesús resucitando al joven insepulto tiene un significado inmenso. En primer lugar, demuestra el poder de Jesús sobre la muerte misma. Al ordenarle al joven que se levantara, Jesús demostró que tenía autoridad incluso sobre la finalidad de la vida, mostrando su naturaleza divina como Hijo de Dios.
En segundo lugar, este milagro revela la compasión de Jesús por aquellos que están afligidos y sufriendo. Su respuesta al dolor de la viuda ejemplifica su profunda empatía y deseo de brindar consuelo y restauración a quienes sufren. Jesús intervino en su vida y transformó su duelo en alegría.
Además, este evento presagia la propia resurrección y victoria de Jesús sobre la muerte. Sirve como un poderoso testimonio de su papel como fuente de vida eterna y esperanza de resurrección para todos los creyentes.
Además, este milagro resalta el profundo impacto que Jesús tiene en las vidas de personas y comunidades. La resurrección del joven no sólo le devolvió la vida sino que también trajo alegría y asombro a todo el pueblo de Naín. Este evento muestra la capacidad de Jesús para transformar la desesperación en esperanza y el duelo en celebración.
El milagro de Jesús resucitando al joven insepulto demuestra su poder sobre la muerte, su compasión por los afligidos y su capacidad para traer transformación y nueva vida. Nos recuerda que Jesús es el dador de vida y, a través de él, podemos encontrar consuelo, esperanza y resurrección eterna.