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Parte 3
Jesús Caminando sobre el Agua
El milagro de Jesús caminando sobre el agua es una historia muy conocida que se encuentra en los evangelios de Mateo (14:22-33), Marcos (6:45-52) y Juan (6:16-21).
Después de alimentar a la multitud con cinco panes y dos peces, Jesús ordenó a sus discípulos que subieran a una barca y fueran delante de él al otro lado del mar de Galilea. Despidió a la multitud y subió a la ladera de una montaña para orar solo.
Mientras tanto, los discípulos encontraron fuertes vientos y olas fuertes mientras cruzaban el mar. En la cuarta vigilia de la noche, entre las tres y las seis de la mañana, Jesús vino hacia ellos caminando sobre el agua. Cuando los discípulos lo vieron, se aterrorizaron, pensando que era un fantasma. Jesús los tranquilizó diciendo: "¡Ánimo! Soy yo. No temáis".
Pedro, lleno de fe y de dudas, respondió: "Señor, si eres tú, mandame que vaya a ti sobre el agua". Jesús respondió: "Ven".
Pedro salió de la barca y comenzó a caminar sobre el agua hacia Jesús. Sin embargo, al notar el fuerte viento, tuvo miedo y comenzó a hundirse. Gritó: "¡Señor, sálvame!" Inmediatamente Jesús extendió la mano y agarró a Pedro, diciendo: Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste? Ambos subieron a la barca y el viento cesó. Los discípulos adoraron a Jesús y lo declararon Hijo de Dios.
Este evento milagroso demostró el poder divino de Jesús sobre la naturaleza. Al caminar sobre el agua, desafió las leyes de la física y mostró su autoridad sobre la creación. Este acto impresionante reveló su identidad como Hijo de Dios y fortaleció la fe de los discípulos.
La interacción de Pedro con Jesús durante este milagro también es significativa. Su paso inicial de fe, caminar sobre el agua, ilustra el potencial de la confianza inquebrantable en Jesús. Sin embargo, sus dudas y miedo le hicieron vacilar. La respuesta de Jesús resalta la importancia de la fe para superar dudas y desafíos.
Este milagro sirve como una poderosa metáfora del camino cristiano. El barco simboliza las luchas y los desafíos mundanos que enfrentamos, mientras que el mar representa las tormentas de la vida. Jesús caminando sobre el agua demuestra que está siempre presente con nosotros, incluso en medio de las dificultades. Alienta a los creyentes a tener fe en Jesús, a pesar de las circunstancias que los rodean, sabiendo que él tiene el poder de rescatar y salvar.
La historia de Jesús caminando sobre el agua continúa inspirando y brindando consuelo a los cristianos, recordándoles los increíbles milagros y la presencia divina en sus vidas. Los alienta a confiar en Jesús, sin importar cuán turbulenta pueda ser la vida, y a confiar en su fuerza y guía para superar los desafíos que encuentren.