La vida y el ministerio de Jesús abarcaron aproximadamente 33 años, y su impacto se sigue sintiendo hasta el día de hoy. La historia de su vida y ministerio es la narrativa central del cristianismo, registrada en el Nuevo Testamento de la Biblia.

Jesús nació en Belén de María y José. Su nacimiento fue anunciado por ángeles y marcado por la visita de los reyes magos, que siguieron una estrella para encontrarlo. Su familia huyó a Egipto para escapar de la orden del rey Herodes de matar a todos los niños varones.

Alrededor de los 30 años, Jesús fue bautizado por Juan el Bautista en el río Jordán. Cuando salió del agua, el Espíritu Santo descendió sobre él y Dios lo declaró su Hijo amado. Luego, Jesús pasó 40 días ayunando en el desierto, donde fue tentado por Satanás, pero resistió la tentación.

Después de su bautismo, Jesús comenzó su ministerio público llamando a sus discípulos para que lo siguieran. Enseñó sobre el arrepentimiento, el Reino de Dios y el cumplimiento de las Escrituras. Jesús realizó numerosos milagros, incluida la curación de los enfermos, la expulsión de demonios, la alimentación de miles con unas pocas hogazas de pan y pescado, e incluso la resurrección de los muertos.

Jesús enseñó usando parábolas, que eran historias con lecciones morales, para transmitir verdades espirituales. Hizo hincapié en el amor por Dios y por los demás, el perdón, la humildad y la importancia de vivir una vida recta. Jesús también desafió a los líderes religiosos y enfrentó las injusticias sociales.

Jesús compartió una comida final con sus discípulos, conocida como la Última Cena, durante la cual instituyó el sacramento de la Comunión. Más tarde esa noche, fue traicionado por Judas Iscariote y arrestado. Jesús soportó juicios ante autoridades religiosas y políticas, y finalmente fue sentenciado a muerte por crucifixión.

Jesús fue crucificado en el Gólgota, donde murió y fue sepultado en una tumba. Sin embargo, al tercer día resucitó de entre los muertos, demostrando victoria sobre el pecado y la muerte. Se apareció a sus discípulos y a otros, ofreciéndoles la paz y comisionándolos para que difundieran sus enseñanzas a todas las naciones.

Cuarenta días después de su resurrección, Jesús ascendió al cielo en presencia de sus discípulos. Prometió enviar al Espíritu Santo como ayudante y consolador para empoderar a sus seguidores. Este evento es conocido como la Ascensión.

La historia de la vida y el ministerio de Jesús sigue inspirando y guiando a los cristianos de todo el mundo. Sus enseñanzas de amor, perdón y salvación, junto con su muerte sacrificial y resurrección, forman el fundamento de la fe cristiana.