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Parte 5
El Amor y la Misericordia de Dios en el Antiguo Testamento
Éxodo 34:6-7: Este pasaje describe la auto-revelación de Dios a Moisés, donde declara Su nombre: "Jehová, Jehová Dios, misericordioso y clemente, paciente y abundante en bondad y verdad". Destaca la naturaleza compasiva y misericordiosa de Dios.
Salmo 103:8: El libro de los Salmos está lleno de alabanzas al amor y la misericordia de Dios. El Salmo 103:8 dice: "Misericordioso y clemente es Jehová, lento para la ira y grande en misericordia".
Lamentaciones 3:22-23: En el libro de Lamentaciones, Jeremías reflexiona sobre la compasión y la fidelidad de Dios. Él declara: "Por las misericordias de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca faltaron sus misericordias. Nuevas son cada mañana: grande es tu fidelidad".
Isaías 55:7: En el libro de Isaías, se enfatiza el amor y la misericordia de Dios, junto con Su deseo de perdonar a los pecadores. Isaías 55:7 dice: "Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar".
Jeremías 31:3: Este pasaje en Jeremías habla del amor de Dios por Israel. Cita a Dios diciendo: "Con amor eterno te he amado; por tanto, te he atraído con misericordia".
Ezequiel 33:11: En este capítulo, Ezequiel entrega un mensaje de Dios expresando Su deseo de que los pecadores se vuelvan de sus malos caminos. Dios dice: "Vivo yo, dice el Señor DIOS, que no quiero la muerte del impío, sino que el impío se convierta de su camino y viva: volveos, volveos de vuestros malos caminos, porque ¿por qué moriréis?" , oh casa de Israel?"
Estos pasajes, junto con varios eventos y narraciones a lo largo del Antiguo Testamento, revelan el amor, la compasión y la misericordia abundantes de Dios. Demuestran Su voluntad de perdonar, restaurar y extender Su gracia a la humanidad, incluso ante la fragilidad y la desobediencia humanas. En medio de los desafíos y las luchas, el amor y la misericordia de Dios brillan a través de las páginas del Antiguo Testamento, recordándonos Su carácter firme y su bondad inagotable.