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Parte 5
Ascensión de Jesús
La historia de la ascensión de Jesús está registrada en el Nuevo Testamento de la Biblia, específicamente en los libros de Hechos (Hechos 1:6-11) y el Evangelio de Lucas (Lucas 24:50-53). Describe el evento cuando Jesús, después de su resurrección, ascendió al cielo y regresó a la presencia de Dios Padre.
La ascensión tuvo lugar 40 días después de la resurrección de Jesús, ocurrida el Domingo de Resurrección. Jesús había pasado este tiempo apareciéndose a sus discípulos, enseñándoles sobre el reino de Dios y encargándoles que continuaran su obra. El día señalado, Jesús llevó a sus discípulos al monte de los Olivos, cerca de Jerusalén.
Mientras se reunían allí, Jesús les habló por última vez, dándoles instrucciones y aliento. Les encargó que fueran sus testigos, compartiendo las buenas nuevas de salvación a todas las naciones, comenzando desde Jerusalén y extendiéndose hasta los confines de la tierra. Jesús les aseguró que recibirían poder del Espíritu Santo para cumplir esta misión.
Mientras los discípulos aún escuchaban, Jesús comenzó a ascender al cielo ante sus ojos. Fue elevado al cielo hasta que una nube lo ocultó de su vista. Mientras los discípulos estaban allí, mirando asombrados, aparecieron dos ángeles. Aseguraron a los discípulos que Jesús regresaría de la misma manera en que había ascendido y los animaron a continuar su misión.
El significado de la ascensión de Jesús se puede entender de varias maneras:
1. Entronización y exaltación: La ascensión significa el regreso de Jesús al lugar que le corresponde de honor y autoridad a la diestra de Dios Padre. Confirma su naturaleza y poder divinos, destacando su victoria sobre el pecado, la muerte y los poderes de las tinieblas.
2. Finalización del ministerio terrenal: la ascensión de Jesús marca la conclusión de su ministerio terrenal. Después de cumplir su misión de redención mediante su muerte y resurrección, regresa al cielo para continuar su obra como exaltado Señor y Salvador.
3. Derramamiento del Espíritu Santo: La partida de Jesús permite el cumplimiento de su promesa de enviar el Espíritu Santo para empoderar a los discípulos y creyentes. La ascensión prepara el escenario para la venida del Espíritu Santo en Pentecostés, fortaleciendo a los discípulos para su misión y permitiendo el crecimiento y la expansión de la Iglesia primitiva.
4. Esperanza y anticipación: La ascensión brinda a los creyentes esperanza y anticipación por la segunda venida de Cristo. Así como Jesús ascendió al cielo, promete regresar en gloria para establecer su reino plenamente. Recuerda a los creyentes que vivan preparados, esperando su regreso.
5. Autoridad y misión: La ascensión de Jesús enfatiza su autoridad sobre toda la creación y su comisión a sus seguidores de llevar a cabo su misión. Afirma su papel como testigos y embajadores del evangelio, extendiendo el mensaje de salvación por todo el mundo.
La historia de la ascensión de Jesús tiene un profundo significado teológico para los cristianos. Significa la entronización de Jesús, la culminación de su ministerio terrenal, el derramamiento del Espíritu Santo, la esperanza de su regreso y el llamado a continuar su misión. Asegura a los creyentes la presencia y autoridad continua de Jesús y los capacita para vivir como testigos fieles, anticipando ansiosamente su glorioso regreso.
