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Parte 8
Lo que la Biblia Enseña Acerca de Ayudar a los Demás
Compartiendo, Generosidad y Amor
La Biblia enseña la importancia de compartir nuestros recursos con los demás. Hechos 20:35 dice: "Más bienaventurado es dar que recibir". Este versículo nos anima a ser generosos, dispuestos a compartir lo que tenemos y a usar nuestras bendiciones para bendecir a los demás.
Jesús enfatiza el mandamiento de amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos en Mateo 22:39, diciendo: "Y el segundo es semejante: 'Ama a tu prójimo como a ti mismo'". Esta enseñanza nos llama a tener una actitud desinteresada, compasiva y solidaria con otros y buscar activamente su bienestar.
Perdón, Reconciliación y Humildad
La Biblia enseña el perdón y la reconciliación como aspectos vitales para ayudar a los demás. En Mateo 6:14-15, Jesús nos dice: "Porque si perdonáis a los demás cuando pecan contra vosotros, vuestro Padre celestial también os perdonará a vosotros. Pero si no perdonáis a los demás sus pecados, vuestro Padre no perdonará vuestros pecados". ." Esto enfatiza la importancia de perdonar a los demás y buscar la reconciliación en nuestras relaciones.
Jesús da un ejemplo de servicio humilde en Juan 13:14-15 cuando les lava los pies a sus discípulos. Él dice: "Ahora que yo, vuestro Señor y Maestro, os he lavado los pies, vosotros también debéis lavaros los pies unos a otros. Os he dado ejemplo para que hagáis como yo he hecho por vosotros". Esto nos enseña a servir a los demás con humildad, anteponiendo sus necesidades a las nuestras.
La Regla de Oro
En Mateo 7:12, Jesús dice: "Así que, en todo, haced con los demás lo que queráis que hagan con vosotros, porque esto resume la Ley y los Profetas". Este principio, comúnmente conocido como la Regla de Oro, nos anima a tratar a los demás con amabilidad, respeto y generosidad, tal como nos gustaría ser tratados.
Estas enseñanzas nos recuerdan que debemos tener un corazón compasivo, ser generosos con nuestros recursos, servir a los demás con humildad y buscar el perdón y la reconciliación. Al seguir estos principios, podemos contribuir activamente al bienestar de quienes nos rodean y demostrar el amor de Dios de manera práctica.